ENTREVISTA A CARLOS ROCA
Ex alumno de Agustinos y actual Director del Área de Geotecnia de Ferrovial en Estados Unidos y Canadá
¨ Gracias a la preparación en Agustinos Valencia, a aprender un idioma como el inglés, no tener miedo a salir del del nido y a la perseverancia y el trabajo duro he cumplido mi objetivo profesional hasta un punto inimaginable¨.
Carlos ha llegado muy lejos desde que salió de Agustinos en la promoción de 1995. Ingeniero de caminos, hombre de la eterna sonrisa, Carlos derrocha bondad, profesionalidad y sinceridad a partes iguales, Para él la palabra crisis significó oportunidad y no dudó en salir de su zona de confort en España para viajar a Qatar y trabajar como ingeniero y desde donde recibió posteriormente un puesto en San Antonio Texas (EEUU) .ES en esta ciudad donde acaba de ser ascendido a Jefe de Geotecnia Ferrovial en el área de Estados Unidos y Canadá. Un reto inalcanzable para muchos.
¿Cuándo estudiaste en nuestro centro?
Soy de la promoción de egresados de Agustinos de Valencia de 1995, donde pasé desde 1º de EGB hasta completar C.O.U. Realmente no fui para nada un alumno que destacara especialmente, pero los estudios allí, y sobre todo la preparación que obtuve desde Agustinos, me fueron lo suficientemente bien como para poder elegir a qué Universidad ir y que carrera estudiar, que al final es el objetivo que se persigue una vez completada la formación educativa.
¿Cómo ha influido la formación en Agustinos Valencia en tu carrera y formación?
Sin duda,por haberme preparado a nivel académico para lo que vendría después, siempre le estaré agradecido al Colegio Agustinos y a sus profesores. Recuerdo perfectamente a todos/as ellos/as como si fuera ayer porque son precisamente esos, los recuerdos de la infancia y los valores y principios aprendidos, los que nos acompañaran seguramente toda nuestra vida.
Y destacarías…
Como muchos de los que nos conocimos allí, lo mejor que nos llevamos de Agustinos no son exclusivamente la educación ni las buenas experiencias que vivimos, sino los amigos. Esos lo son también para toda la vida, los sigo viendo cada año y hace ya casi 30 que todos salimos del Colegio.
¿Una vez aprobada la selectividad y tras dejar Agustinos, qué te lleva hasta el cargo que ostentas hoy en día?
Con los deberes hechos me matriculé en 1995 en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Valencia. A pesar de que me tomé con tranquilidad acabar la Carrera, por aquel entonces la demanda de Ingenieros era muy alta y había mucho trabajo para nosotros en la España del año 2003, así que pude empezar muy pronto a disfrutar de proyectos de Construcción. Pero después de varios años muy buenos trabajando hasta con 3 Empresas diferentes donde aprendí mucho de ese sector, al final llego la crisis económica del 2008 que se prolongaría hasta 2014, así que se pararon casi por completo las obras de construcción en España y se frenó de golpe la inversión. Primero la crisis se cebó en la edificación pero luego pasó a la obra pública, arrasando con todo y con todos. Y ese fue mi punto de inflexión profesional.
¿Ante la crisis aprendiste a crecer?¿A buscar la oportunidad?
Efectivamente, son muchas las veces hemos escuchado que la palabra crisis también significa “oportunidad” pero es que realmente es así. Después de un año 2013 de idas y venidas, me centré en estudiar inglés y hacer un Master de Diseño y Construcción de Infraestructuras Civiles. Un año después la vida me brindó una muy buena oportunidad profesional: Con una Ingeniería inglesa participar en el diseño de 2 líneas subterráneas del Metro de Doha, en Qatar, que albergaría el Mundial de Futbol de 2022. Así que hacia Oriente Medio que me fui solo, dejando todo atrás.
¿Qué dejaste atrás para poder alcanzar tus sueños profesionales y contribuir a un sólido presente y futuro para ti y tu familia?
Todo. Afortunadamente, después de un primer año de adaptación, pude por fin llevar a mi mujer y a mi hija para allá, donde pasamos 2 años más increíbles. Fue allí donde aprendí lo que es trabajar en proyectos internacionales de gran escala, con mucha presión, un entorno multicultural complejo, Ingenieros de otras muchas nacionalidades provenientes de otras disciplinas de la Ingeniería y todo ello en un idioma que no era precisamente el de Cervantes.
Y parece que 2017 fue tu año…..tras toda una vida de esfuerzo que empezó en nuestro centro…
Esa experiencia sin duda me abrió las puertas de poder trabajar con mi actual Empresa, la sexta en mi vida profesional, con la que llevo ya desde 2017. Y con la que he podido participar en el diseño y la construcción de varios mega proyectos de autopistas en EEUU y en la que espero seguir muchos años más. Actualmente soy el Director del Área de Geotecnia de Ferrovial en Estados Unidos y Canadá y dirijo a un grupo de Ingenieros Civiles que trabaja en varios estados diferentes de la geografía norteamericana.
¿Qué es el éxito para ti Carlos?
Cada uno definimos el éxito profesional de manera muy diferente. Para mí el éxito ha sido: primero poder darle a mi familia una buena vida, segundo a mi hija darle una educación de calidad y finalmente a nivel profesional poder sentirme realizado construyendo infraestructuras de transporte que la gente utiliza para trasladarse. Y es que realmente, no se le puede pedir más a la vida en ese sentido.
¿Tus valores, tus claves en la vida?
Mis claves personales: haber estudiado una lengua extranjera al punto de llegar a usarla en el día a día, no tener miedo a salir del nido a explorar lo desconocido, sin limitaciones y, por encima de todo, haber acertado con mi mujer, mi compañera incondicional de viaje con una capacidad de adaptación “unlimited” tanto de ella como de nuestra hija.
Y la otra cara de la moneda…
La otra cara de la moneda es que todo este viaje por el mundo no es precisamente gratuito: nos ha costado tener a nuestros padres, hermanos, amigos y el resto de nuestras familias a más de 8,000 kms de distancia. Y no todo el mundo está dispuesto a pagar ese alto peaje… Menos mal que tenemos al menos las videoconferencias, no es gran consuelo pero ayuda mucho a sentirnos más cerca…que haríamos hoy día sin ellas?